Por Henry Giroux, extracto “Teorías de la Reproducción y La Resistencia, en la nueva sociología de la Educación: Un análisis crítico”

Existen dos grandes teorías educativas que profundizan en los aspectos que tienen que ver con la reproducción cultural y resistencia a la dominancia cultural. A continuación alcances en torno a la teoría de la resistencia para fortalecer una reflexión interna en torno a Educación y género, que ya se ha iniciado a modo de introducción, a través de los pie de página que se incluyen y que no corresponden al autor.

Algunas investigaciones en educación enfatizan la importancia del agenciamiento humano y la experiencia como las piedras angulares teóricas para analizara las complejas relaciones entre escuelas y la sociedad dominante. Organizadas alrededor de lo que en sentido amplio se rotuló como teoría de la resistencia, estos análisis dan importancia central a las nociones de conflicto, lucha y resistencia.

Combinando estudios etnográficos con estudios culturales europeos más recientes, los teóricos de la resistencia han tratado de demostrar que los mecanismos de reproducción social y cultural nunca son completos y siempre se encuentran con elementos de oposición parcialmente realizados1. En efecto, los teóricos de la resistencia han desarrollado una armazón teórica y un método de pesquisa que reestablece la noción crítica del agenciamiento.

Ellos señalan no sólo el rol que lxs estudiantxs juegan en criticar los aspectos más opresivos de las escuelas, sino también las maneras en que lxs estudiantxs participan activamente a través de las conductas de oposición en una lógica que muy frecuentemente les asigna una posición de subordinación de clase y derrota política2.

Una de las más importantes hipótesis de la teoría de la resistencia es que lxs estudiantxs de la clase trabajadora no son meramente un producto del capital, sometidxs en forma cómplice a los dictados de maestrxs autoritarixs y escuelas que los preparan para una vida de trabajo mortal.

Más bien las escuelas representan terrenos(criticados) marcados no sólo por contradicciones estructurales e ideológicas sino por resistencia estudiantil colectivamente formada. En otras palabras las escuelas son sitios sociales caracterizados por currículums abiertos y ocultos3, culturas subordinadas y dominantes e ideologías de clase en competencia. Por supuesto, conflicto y resistencia tienen lugar dentro de relaciones de poder asimétricas que siempre favorecen a las clases dominantes, pero el punto esencial es que hay complejos y creativxs campos de resistencia a través de los cuales las prácticas mediadas de clase y sexo frecuentemente niegan, rechazan y expulsan los mensajes centrales de las escuelas.

En las explicaciones de la resistencia las escuelas son instituciones relativamente autónomas que no sólo proveen espacios para conductas y enseñanzas de oposición, sino también, representan una fuente de contradicciones que a veces las hacen disfuncionales a los intereses materiales e ideológicos de la sociedad dominante. Las escuelas no están solamente determinadas por la lógica del mercado de trabajo o de la sociedad dominante; no sólo son instituciones económicas sino también sitios políticos, culturales e ideológicos que existen de alguna manera independientemente de la economía del mercado capitalista. Por supuesto las escuelas operan dentro de límites establecidos por la sociedad, pero contribuyen en parte en influenciar y formar esos límites, ya sean económicos, ideológicos o políticos. Más aún en lugar de ser Instituciones homogéneas que operan bajo el control directo de grupos de negocios, las escuelas se caracterizan por tener diversas formas de conocimiento escolar, ideologías, estilos organizacionales y relaciones sociales en el aula. Entonces las escuelas frecuentemente existen en una relación contradictoria con la sociedad dominante de formas de educación especializadas, instrumentales y ligadas a la lógica del mercado laboral4. Además las escuelas, todavía definen con fuerza su rol, como agencias para la movilidad social aún cuando frecuentemente producen graduadxs más rápidamente de lo que la capacidad de la economía puede emplear.

Mientras los teóricos de la reproducción enfocan casi enteramente el poder y cómo la cultura dominante asegura el consentimiento y derrota de los grupos y clases subordinadas, las teorías de la resistencia restauran un grado de agenciamiento e innovación a las culturas de esos grupos. La cultura en este caso está constituida tanto por el grupo mismo como por la sociedad dominante. Las culturas subordinadas, de la clase trabajadora u otras, tienen tanto momentos de producción propia como de reproducción. Son contradictorias por naturaleza y tienen las marcas de la resistencia y la reproducción. Estas culturas están forjadas con limitaciones determinadas por el capital e instituciones tales como escuelas, pero las condiciones dentro de las cuales funcionan las limitaciones, varían de escuela a escuela y de comunidad a comunidad. Es más, nunca hay garantías de que los valores e ideologías capitalistas tendrán éxito automáticamente, sin tener en cuenta la fuerza con que traten de imponerse, ya que como Stanley Aronwizt recuerda: “En último análisis la praxis humana no está determinada por sus precondiciones, sólo los alrededores de la posibilidad están dados por adelantado.

(1) En este sentido cómo nos hacemos responsables de los puntos de fuga que podemos encontrar en nuestras prácticas habituales y desde allí favorecer en el ámbito educativo un proceso reflexivo y crítico que fortalezca la resistencia y la construcción cultural desde el desaprendizaje de lo que la reproducción instala y construye como verdades absolutas. Vale decir que la reproducción nos habla del mantenimiento, fortalecimiento y preservación del modelo patriarcal y de la heterosexualidad, que de seguir existiendo siguen construyendo a un grupo como anormales y en los que además se seguirán desarrollando conflictos de raza y clase.
(2) En la editorial ya hablábamos de la resistencia que generan lxs estudiantes a través de la denuncia de sus casos de discriminación, cómo mantener esta conducta a lo largo de la vida?
(3) Podemos definir un currículum abierto como aquel que está explicitado por los marcos curriculares , desde una perspectiva restringida se refiere a los objetivos educativos a desarrollar. El currículum oculto se refiere a ese que circula como parte de la cultura de cada entidad educativa y de cada docente. En este marco, el currículum oculto promueve discursos , por lo general basados en las hegemonías que tienden a reproducir la cultura, por lo que se recomienda percibirlos, definirlos , evaluarlos y combatirlos cuando atentan contra el desarrollo integral de las personas. A modo de ejemplo de cómo opera un curriculum oculto podemos citar , que docentes siguen promoviendo la desigualdad de géneros, en tanto fortalecen discursos que se focalizan en el fortalecimiento de roles y patrones de comportamiento que fortalecen las relaciones asimétricas de poder entre las identidades.
(4) Lo que es sin duda cierto, cómo se favorece en un sistema que cada vez más tiende a rankear la educación a través de Sistemas de evaluación como el Simce que ha prodigado ciertas normalizaciones curriculares que tienden a devirtuar e inhibir procesos más críticos , en pro del desarrollo de habilidades específicas y necesarias para el mundo del capitalismo. El Simce desvirtúa el currículum , puesto que las escuelas se ocupan de lograr las metas impuestas por los marcos curriculares en desmedro de habilidades artísticas y de los aspectos valóricos, pues estos no son incorporados al proceso de evaluación que conjuga el instrumento. Cabe decir que estos aspectos valóricos expuestos de modo general en los Objetivos Fundamentales Transversales, son los que contemplan el logro de objetivos tales como el respeto a la diversidad.