Por Pilar González Langlois

Del Santiago que está saliendo del invierno a un Curicó inocente y todavía lluvioso, llegó Pedro Lemebel , un día histérico, en que, gracias a las gestiones de la Gobernación Provincial de ésta ciudad se pudo divinizar al hombre de las crónicas.

El propio Gobernador estuvo presente en casi toda la jornada de su visita como para empaparse de este genio de las letras que dice y hace lo que quiere.

De inmediato , el escritor le hizo guiños al paisaje y a su gente, una singular comitiva se infiltró rápidamente en su agenda sin despegarse ni un minuto como queriendo que Lemebel viviera con intensidad la «cosa artística» que está en cualquier ciudad de Chile.

La habitación N4 del céntrico hotel asignado para Lemebel cambió su figura convencional, por un ir y venir de «extranjeros», personas raras que deambulaban por el recinto , atraídos por una fuerza superior llamada Pedro Lemebel. La pieza que el escritor hizo suya tenía , una sensación de tiempo ambigua que dejaba pasar las horas y al mismo tiempo las detenía.

El sonido de la grabadora portátil dejaba escuchar canciones de Leo Dan, mientras el ponía sus pies en posición cómoda y la comitiva se encargaba de hurgar en lo más íntimo de su persona. La atmósfera saturada de calefacción desconocía el entorno primigenio del hotel, y se adaptaba a la figura del huésped .


Faltaba menos de una hora para la actividad cultural, en que Lemebel sería la estrella del homenaje al poeta Pablo de Rokha y las tres agrupaciones literarias de la zona mostrarían una suerte de imágenes y textos para cautivar al invitado.

El espectáculo fue tremendo , no tanto por la presencia de Lemebel, sino porque gracias a su presencia y como una especie de salvoconducto , los presentes dieron rienda suelta a su expresividad. Sin respetar la presencia del Gobernador, uno de los poetas presentes gritó a otro, su pasado en la Secretaría de la Juventud y en la CNI, situación que causó espanto, ya que por primera vez alguien se atrevió a reprochar la conducta de un personaje curicano que cambió la política por las letras y ahora es demócrata cristiano .

Uno de los momentos más emotivos fue cuando Pedro Lemebel leyó con ímpetu la crónica «El manifesto» al compás de la mítica música comunista, su emoción fue grande tan grande que el público asistente sintió casi como si se tratara de un ejercicio teatral .

A esa hora todo se diluía y la noche amenazaba con el término de la jornada, entre autógrafos mal hechos y euforia retenida , Lemebel dijo «chao chao».

A su llegada había estado en una conversación con los estudiantes de la Universidad Católica del Maule, allí Lemebel soltó toda su ternura y contó casi todo sobre su vida, hizo juicios valóricos sobre el sistema imperante y criticó a quienes hablan por el solo hecho de causar revuelo, aludiendo a la supuesta homosexualidad de Manuel Rodríguez. «Esos periodistillas que escriben mentiras porque no tienen otra cosa que hacer».
Habló de su vida como si en Curicó nadie lo conociera. «Soy un escritor urbano porque lo que escribo tiene una suerte de aridez anarca que me lo dio la sobrevivencia en una ciudad hipócrita que da la bienvenida con un telón de fondo falso y que es un pueblucho que se cree ciudad.»

También se refirió a sus padres , especialmente a Violeta Lemebel y de cómo el le hace este homenaje al perpetuar su apellido. «Mi padre se llama Pedro Mardones igual que yo y mi madre; Violeta Lemebel , un apellido que mi abuela inventó porque su hija era natural, este «Lemebel» como prófugo me pareció bonito. Es bueno tener varios nombres en la vida, ir reinventando apellidos , eso a mi me ha servido mucho. Cuando pertenecí a las «Yeguas del Apocalipsis»pude hablar de homosexualismo en un Chile que condenaba esa condición y esa actitud de vida. Para hacer trámites serios uso Pedro Lemebel y también Pedro Mardones , como cuando tuve que ir a «Famae» a comprar balas para la portada del libro «Tengo miedo torero», relató.
El tema de la homosexualidad rondó durante toda la conversación con historias que causaron risotadas por el tono coloquial del hablante.

Adelantó que en su último trabajo «Nefando» va a rescatar desde una perspectiva histórica los antecedentes homosexuales de figuras célebres del país que se relacionan con hechos y situaciones condenables que pocos conocen. «Este es un trabajo de investigación donde se cuentan episodios reales de un pasado en que la homosexualidad tuvo juicios, castigos y sentencias por parte de la autoridad. Uno de ellos por ejemplo es el caso de dos marinos del barco «La Esmeralda», tres años antes del Combate Naval de Iquique , quienes fueron sorprendidos en actos de sodomía , lo que les significó cincuenta azotes, diez años de cárcel y también salvarse de morir en el mar. Yo tengo el certificado de peritaje que hizo el médico en ese tiempo, por lo que mis argumentos son absolutamente fiables.»

Lo más impresionante de su visita fue que la sociedad más conservadora de Curicó recibió con bombos y platillos a este escritor homosexual, incluso, algunos le pidieron hasta autógrafos y en cierto modo se le divinizó como si su figura traspasara el ámbito terrenal, los más sagaces exprimieron su estadía de manera más íntima y todo gracias a los recursos del gobierno provincial.

PEDRO LEMEBEL COMENZARÁ EL MIÉRCOLES 4 DE SEPTIEMBRE NUEVAMENTE EN VIVO SU PROGRAMA RADIAL «CANCIONERO» QUE SE TRANSMITE POR RADIO TIERRA EN EL 1300 DE LA AMPLITUD MODULADA DESDE LAS 14:00 HORAS, EN LA OPORTUNIDAD SOSTENDRÁ UNA ENTREVISTA CON LA ACTRIZ ROSA RAMÍREZ Y UN SENTIDO HOMENAJE A LAS VICTIMAS DEL INCENDIO DE LA DISCOTECA DIVINE DE VALPARAÍSO.