Fuente: LUN

De ser una rama muy conservadora, la Royal Navy se convirtió en ultra liberal. Ahora los marinos del mismo sexo y que sean pareja incluso podrán disponer de una pieza común en las bases militares.

La Royal Navy -Armada británica- protagoniza una inusitada revolución valórica dentro de sus filas. El año pasado, en octubre, autorizó a un teniente de culto satánico a practicar sus ritos, incluidas las misas negras, dentro de las embarcaciones. Y ayer se reveló que lanzará una campaña mediática para reclutar gays y lesbianas que serán tolerados y respetados.

Plagada de héroes, gestas y dominada por un aparente machismo, la Royal Navy se caracterizó durante siglos por su conservadurismo. Según informó el diario «The Guardian», supuestamente el magistral Winston Churchill la menospreció diciendo que su tradición naval no era «nada más que ron, sodomía y latigazos».

Sin embargo, esto no inmutó a las autoridades navales ni a las otras ramas militares, que hasta el año 2000 tenían prohibido a los homosexuales en sus filas. Pero ese año fue clave y propició la revolución. Un grupo de apoyo a los gays y lesbianas, llamado Stonewall, había llevado esta ley hasta la Corte Europea de Derechos Humanos, que resolvió a su favor y obligó al gobierno británico a cambiar este estatuto discriminatorio.

Desde entonces las mentes se abrieron tanto que, como se reveló ayer, la Royal Navy se acercó a su otrora enemigo Stonewall, y durante más de 12 meses mantuvieron conversaciones en el más estricto secreto para trabajar juntas. El resultado: la rama castrense contrató al grupo civil como asesor.

Fruto de esta alianza, se lanzará la campaña publicitaria, incluso en «medios rosa»; se trabajará en educación al interior de la Royal Navy para eliminar los prejuicios; se velará por que gays y lesbianas gocen de igualdad de derechos en materias de vivienda, beneficios y pensiones; y algo más pedestre pero de suma importancia, las parejas del mismo sexo y que estén registradas legalmente en el país, podrán pedir habitaciones dobles en las bases militares.

Se estima que en la Royal Navy hay unos 2.100 homosexuales o bisexuales, y muchos de ellos se encuentran actualmente en servicio en Irak, donde se han ganado un reconocimiento. No obstante, muy pocos de ellos se han atrevido a salir del clóset.

El vicecomandante de la Royal Navy, Craig Jones, el más antiguo de las tres ramas de las Fuerzas Armadas británicas que ha reconocido públicamente su homosexualidad, dijo a «The Guardian» que antes existía un «clima oscuro» ahí. Pero que ahora se siente cómodo y que puede reír con las bromas que le tiran, como que a él lo van a destinar a Irak para «redecorar» Bagdad.

«Eso no significa que debes tolerar cualquier cosa. Sin embargo, en los últimos cinco años nunca he tenido que reprochar nada a nadie», sentenció.

De esta manera, la Royal Navy repite lo mismo que hicieron otras empresas con Stonewall, como la IBM y la British Airways. Juntas han elaborado programas para integrar a los homosexuales a sus empresas.