Por Enrique Sanhueza Paine

Encontrándome el día jueves 24 de marzo entre las 23 a 23:30 horas en el Cerro Santa Lucía (parte baja) junto a otros tres compañeros homosexuales, se nos acercaron cuatro individuos que sin mostrar sus credenciales respectivas dijeron ser pertenecientes a la brigada civil de Carabineros. A partir de ese momento nos retienen y cada uno de ellos se asigna a uno de nosotros para ser interrogados. El policía que me escogió me dijo que era de la brigada de delitos sexuales, a lo cual yo le respondí que en ese lugar no se da ese tipo de delitos, que ahí no había violaciones y que de antemano no tenía ningún problema en reconocer que soy homosexual y es más que incluso trabajo en una organización homosexual. Me interrogó acerca de mis actividades en dicha organización y a que venía al cerro. Yo le respondí que venía a conocer a gente como yo. Después me preguntó que en donde vivía, si solo o acompañado y con quiénes, si tenia o no pareja, si conocía o no a los otros compañeros que en ese momento estaban siendo interrogados también y con los cuales yo estaba tranquilamente platicando hasta que estos señores policías nos interrumpieron con esos modos tan particulares que tienen ellos. Luego me obligó a mostrarle íntegramente el contenido de mi bolso y de todos los bolsillos de mi ropa. También le interesaba mucho conocer desde cuándo me frecuentaba con estos amigos. Me retuvo además mi cedula de identidad. Luego me condujo hasta donde se encontraban los otros compañeros retenidos y a cada uno de nosotros se nos volvió a interrogar uno por uno, desde cuándo nos conocíamos entre nosotros. Al producirse unas contradicciones respecto a las fechas en que nos habíamos conocido los policías se irritaron mas aun.. Uno de ellos, el de carácter más violento y que estaba muy exaltado por nuestra presencia en el cerro nos gritó airadamente que íbamos a tener que aprender a respetarles por la autoridad que ellos tenían: “Que acaso no saben que a la autoridad no se le debe mentir?!!! Otro de los policías, el mayor nos ordenó que nos fuéramos de ahí inmediatamente y directo para nuestras casas, y que nunca mas anduviéramos por ahí, que no nos querían volver a ver. El otro policía, el más exaltado nos grito: No queremos ver ningún MARICONEO por acá!!!

Aparte de tomar el comentario emitido posteriormente por uno de los compañeros respecto a que nadie cuando hace amigos fabrica un listado con los nombres de las amistades y las respectivas fechas en que se comenzó la relación para aprenderla de memoria y repetírselas a la policía para dejarla contenta, quiero agregar lo siguiente: El hecho me parece absolutamente discriminatorio por las siguientes razones.

1) Está comprometido y seriamente vulnerado el derecho a la Igualdad, pues se nos echa a los homosexuales y se nos da un trato vejatorio en un lugar público, no así a las parejas heterosexuales que también frecuentan estos lugares. Que incluso la disposición de la policía frente a una pareja heterosexual demostrando sus afectos en un parque es bastante disímil a la actitud que toma frente a hechos similares pero entre parejas homosexuales, que por la simple expresión de sus afectos muchas veces son puestas tras las rejas con todo el daño moral y psicológico que de estos abusos de autoridad se derivan y que además se nos interroga como si fuéramos verdaderos delincuentes ante el juez sobre asuntos que son exclusivamente de nuestra vida privada.

2) Se nos vulnera el derecho a la Libre Circulación por cualquier lugar o sitio de nuestro territorio.

3) El cerro, igual como los parques, plazas, calles, etc., son bienes de uso público, no solamente para los heterosexuales. Nosotros también tenemos derecho a ocupar estos espacios para reunirnos a socializar.

4) De lo anterior se desprende también que se nos está violando el derecho a Reunión consagrado en el número 13 del articulo 19 de la Constitución Política del Estado.

5) Al acusarnos de estar “mariconeando”, perfectamente podemos inferir que se nos está acusando de tener sexo en un lugar público, lo cual no sólo implica que la policía esta cayendo en el delito de injurias y calumnias sino que además anda buscando el pretexto perfecto para aplicar la detención por sospecha que se está dando con mucha frecuencia este último tiempo en parques y cerros a través de constantes redadas de las que muchos gays acusan haber sido víctimas, testigos o haber conocido de ellas, lo cual constituye otra ilegalidad por parte de las policías al estar aplicando una ley que fue derogada.

6) Al no existir toque de queda, los policías no deben ni tienen ningún derecho a hostigarnos a los grupos homosexuales que estamos tranquila y pacíficamente reunidos conversando en bancas de plazas, parques cerros, aunque sea en horas que pudieran no ser consideradas “normales” para la policía.

7) Que los policías que debieran ser servidores públicos se comportan como verdaderos inquisidores públicos dedicados a perseguir a homosexuales, olvidando que nosotros también hacemos un aporte a la sociedad, que cumplimos nuestros deberes, pagamos impuestos, que les pagamos su sueldo y que por lo tanto son nuestros empleados.

Francamente hastiado ya del proceder policial que siempre están presentes para molestar y perseguir a los homosexuales aplicando el artículo 373 del Código Penal, pero no así para dedicarse a evitar y a proteger a la ciudadanía de los delitos cometidos por maleantes(los verdaderos delincuentes), frente a los cuales junto a los guardias de seguridad del cerro se muestran complacientes o brillando por su ausencia ya que les entretiene más abusar de su poder con los homosexuales. Y sin dudas que bajarían los índices de delincuencia si Carabineros dejara de combatir a los homosexuales y se dedicara al combate en contra de los delincuentes.

Por todas estas razones pongo a disposición de ustedes esta declaración y con el interés además de que esta no se constituya en una denuncia destinada a ser archivada para pasar a ser parte del largo historial de atropellos e injusticias que se cometen en nuestro país, sino que sea acogida de acuerdo a la gravedad que tiene y se determinen acciones a seguir y de las cuales deseo hacerme parte, para que de a lugar a que otros homosexuales también comiencen a atreverse a defender sus legítimos derechos y a denunciar los malos tratos de la policía en especial de Carabineros de Chile.

Por Enrique Sanhueza Paine

Estimado amigo:

La Constitución y las Leyes en Chile consagran el derecho a la igualdad, la libre circulación y el derecho a reunión. Cualquier atropello a estos derechos puede ser denunciado. No es delito la expresión de la orientación sexual, la libre expresión de los afectos, las reuniones entre amigos. Cuando las policías o agentes de seguridad te interrogan y/o detienen, sin ninguna razón puedes denunciarlos.

NOTA: El artículo 373 del Código Penal efectivamente sanciona las faltas a la moral y a las buenas costumbres, pero no está definida la moral, por lo tanto se aplica en forma autoritaria y arbitraria al quedar a la libre interpretación de la policía y de los jueces.