Es ésta una buena fecha para recordar que por primera vez tendremos una presidenta mujer la que deberá vencer variados escollos para lograr cumplir con lo prometido en la campaña eleccionaria e ir más allá de los prometido.

Un grupo de mujeres líderes de izquierda citaron a una conferencia de prensa en la sede de la fundación Laura Rodríguez en el marco de la conmemoración del 08 de marzo, día internacional de la mujer, en donde fundamentalmente recordaron que para seguir avanzando en la consecución y concreción de derechos igualitarios para las mujeres, se requiere de generar los cambios estructurales del sistema político y económico, por lo que recordaron a la presidenta electa Michelle Bachellet, que debe cumplir con lo prometido en la campaña eleccionaria.

A través de las palabras de Mónica Toro, representante del Partido Humanista, se fortalece la necesidad de generar mecanismos de control social de los avances que las promesas eleccionarias concretizadas deberían evidenciar, en donde por cierto, que haya un equilibrio antes nunca visto misma en los ministerios de la nación, carecerá de significado si no se generan los mecanismos para modificar las relaciones de género no paritarias.

En otro encuentro desarrollado en el mismo marco, fueron galardonadas algunas mujeres por su contribución en distintos ámbitos de la vida pública. Una de las favorecidas fue Karen Ebensperguer, periodista, a la que destacamos a modo de relevar lo que no queremos y de lo que Bachelet debe hacerse cargo para que definitivamente nuestros discursos modelados por el patriarcado se modifiquen y sean herramienta para el cambio cultural de proporciones que esperamos.

La periodista indicó que se debe generar un sistema que permita mayor integración para las mujeres, pero que a su vez le permita seguir cumpliendo con su responsabilidad con la familia.¿Con ese pensamiento galardonado, podremos construir igualdad?

Algunos alcances someros que nuestra presidenta debería considerar

Punto 1 : Integración

Seguir hablando de integración a un mundo en donde no existe la igualdad es sostener el modelo y validarlo de manera sutil , pero desgarradora, por lo que más que integración requerimos cambios del sistema y de la tradición de disciplinaria de la cual nuestros cuerpos han sido objeto. Coincidiendo con las líderes de izquierda se requiere de un modelo político y económico que no recrudezca la exclusiones tal y como lo hace el sistema capitalista neoliberal.

Punto 2: Nuestra responsabilidad con la familia

Por qué esa necesidad de enfatizar nuestra responsabilidad?. ¿Qué pasa con los otros implicados? Y bien, si las mujeres por libre albedrío y no por tradición deciden seguir viviendo la maternidad de la forma en que se vive ¿qué cambios se generarán para apoyarlas, en tanto la maternidad no sea igual a limitación personal?

De esta manera y en las escuetas , pero lindas palabras para algunxs , (lxs que no están atentxs), de la Ebensperguer, podemos encontrar el modelo que no deseamos que se siga reproduciendo, puesto que no es pensante, no es reflexivo y perpetúa la asimetría histórica entre el poder ejercido por los hombres y las mujeres, que es el trampolín para agudizar la opresión al mundo GLBTI.

Hay muchas cosas por hacer y lanzamos sólo algunas, en forma de pregunta para que la presidenta ya comience a considerarlas:

¿Cuándo dejará de ser necesario, seguir clasificando , en tanto estas clasificaciones producen comprensiones restringidas de conceptos como familia, género, sexualidad y nos enfrentan a situaciones tan dolorosas como que a una madre, que decidió libremente serlo, por ser lesbiana le quiten a sus hijxs?

En la actualidad las lesbianas , gays , trans nos definimos políticamente con estos conceptos , sin embargo nuestra presidenta no se pueda olvidar que la multitud y sus alcances en tanto prácticas y cruces es un universo de dimensiones inabarcables, por lo tanto las leyes deben ser para todas y para todos.

¿Qué pasará con la violencia a la mujer que existe en todos los ámbitos?¿Seguiremos sólo con una ley de violencia intrafamiliar? ¿Y habrá ley en contra de la violencia de lesbianas , gays y trans?..¡Claro!, alguien podrá pensar que se avanzó en este punto a través de la Ley antidiscriminatoria, pero en el gobierno de la Bachelet ¿Habrá tal ley del modo en que fue ideada por la sociedad civil?¿Podremos mejorarla como la requiere el Chile que queremos?

Así como se generarán y se ha generado en la educación algunos modelos de paridad, que son completamente insuficientes, ¿las mujeres serán parte fundamental en la educación relevando la historia ocultada, hablando sobre el movimiento de mujeres que no se considera? ¿el mundo GLBTI aparecerá en los textos de estudios y podrán trabajar haciendo clases a niñxs pequeñxs terminando con la idiotez de que somos pedófilxs?

A la Bachelet le espera un terreno de acción complejo: lidiar con políticas sexistas y con una oposición que no por casualidad indica que será más oposición que nunca, puesto que ahora además se oponen a la mujer que está al frente del gobierno, teniendo cuatro años para fortalecer el derroche de misoginia aplicada en la campaña eleccionaria. Misoginia que no está de más decir , es parte de su cultura.

Se requiere más debate, más discusión y más acción. Se requieren prácticas educativas no reproductoras para implementar las bases de la contracultura, esa que se opone y atenta a los dominios del patriarcado y de la misoginia histórica que ha sido capaz de desarrollar y que Bachelet se ha comprometido a socavar.