Por Angélica Valderrama / Presidentx de MUMS / 08-10-2009 / La Nación

No nos paralizamos ante estas acciones de los medios al servicio del conservadurismo. Responderemos, desobedeceremos y además nos uniremos a las luchas de otros/as.

“Quién dijo que todo está perdido…”, cantaba Mercedes Sosa, quien además de ser una gran artista argentina y del mundo, fue también una incansable luchadora social y política. Nuestros saludos.

El sábado 26 de septiembre se realizó la Marcha por la Diversidad Sexual, que convocó a miles de personas, hombres, mujeres, niñas, niños, jóvenes, homosexuales, lesbianas, transexuales, transgéneros, heterosexuales y toda la multitud rara. Todas y todos los/as que marchamos visibilizamos la diversidad y la disidencia desde distintos lugares ideológicos, políticos, culturales y sociales.

La Alameda se llenó de colores, no todos concordábamos en la intención, ni en el objetivo ni en la forma, pero unimos nuestras propias diferencias y marchamos. Salimos desde Plaza Italia hasta el Paseo Bulnes, algunos con sus performances más artísticas, algunos más contestatarios, otros/as disfrutando de caminar por una amplia y copada Alameda con sus amigas/os, familias apoyando una causa, unos/as más festivos/as y otros/as más molestos/as, haciendo la apuesta por estar ahí.

Cuando buscamos en los noticiarios y en la prensa escrita constatamos que no se da cuenta de esta marcha, ni de sus casi 20 mil participantes, casi no fue mencionada en los medios oficiales y no tuvo ninguna mención en el canal de “todos los chilenos”. Lo poco que aparece, caricaturiza y estereotipa nuestras identidades y nuestras exigencias políticas. Sabemos que es un ejercicio de construcción de la realidad, que nos quiere dejar fuera, que pretende homogeneizar la realidad social chilena. No somos los únicos que vivimos esta situación, observemos cómo la realidad mapuche también es presentada desde un solo lugar, el lugar del poder hegemónico, y qué decir del movimiento de los/as estudiantes. Entendemos que la lucha por las diversidades, el derecho a las individualidades, el progresismo, no es cosa fácil.

Y me pregunto ¿cuál es la mejor manera de hacer activismo? ¿Qué pasos debemos seguir? ¿Con quién hacer alianzas? ¿Cuál es la mejor estrategia política? ¿Desde qué lugar debemos intervenir y roer en sus cimientos la sociedad heteronormativa?

No nos paralizamos ante estas acciones de los medios al servicio del conservadurismo. Responderemos, desobedeceremos y además nos uniremos a las luchas de otros/as, ecologistas, feministas, estudiantes, y de todos/as aquellos/as que se paren desde otra vereda. En una América Latina en un constante vaivén entre modernidad y posmodernidad, sólo me queda pensar que el lugar de lucha son todos los lugares posibles, que la dirección es toda dirección, que insistiremos en el reconocimiento de derechos para todos y todas. Otros/as serán la vanguardia que reflexiona, unos/as harán de sus cuerpos la resistencia, otros/as lo harán con su devenir teórico, unos/as individualmente, otras/os en colectivo.

Retomo la canción que bellamente cantaba Mercedes Sosa y pienso “no será tan fácil, ya sé que pasa… quién dijo que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón”.

Enlace de la columna en La Nación:
http://lanacion.cl/la-marcha-de-la-diversidad/noticias/2009-10-07/185724.html