sevilla_2013Con la participación de Leonardo Fernández y Gonzalo Cid, MUMS, Movimiento por la Diversidad Sexual, estuvo presente en el Seminario: “Agenciamientos contra-neoliberales: coaliciones micro-políticas desde el SIDA”. La actividad se desarrolló en la Sede de la Cartuja, de la Universidad Internacional de Andalucía, en Sevilla, España, entre el 16 y 18 de octubre de 2013.

El Seminario/Encuentro buscaba reconsiderar el legado de los activismos del SIDA, como un recurso posible para la articulación hoy de un nuevo frente micropolítico. Dirigido por Equipo RE, y con la participación de teóricos, artistas y activistas de contextos diversos. El Seminario propone una mirada conjunta desde la crítica y la práctica postcolonial y queer a las coaliciones activistas del SIDA como un ejemplo temprano de resistencia neoliberal, y se detiene en dos de sus principales objetos críticos que van a marcar los modos de hacer micropolíticos del siglo XXI: la información como objeto de lucha y la precariedad como constitución política.

Metidos ya de lleno en la cuarta década de la llamada crisis del SIDA, podemos afirmar que ésta ha desempeñado y desempeña un papel crucial en la redefinición de nuestra geografía moral y sentido de bioseguridad, el surgimiento de nuevas formas de subjetividad y sociabilidad política, y la aparición de nuevas configuraciones de integración y exclusión (Comaroff, 2011). A la aportación que desde fines de los 80 y principios de los 90 han venido haciendo las políticas queer al establecimiento de una lucha política en torno a la pandemia, denunciando el silencio y la inacción de las autoridades públicas, e interviniendo en la dimensión simbólica y discursiva de la “enfermedad”, ahora se suman nuevas aportaciones desde la crítica postcolonial que evidencian que la gestión del SIDA por parte del Norte Global no pueden ser vistas fuera de las lógicas económicas y comerciales que engendra, desvelando cómo éstas se constituyen en relación con el aparato de la hegemonía neoliberal (Sastry; Dutta, 2011).

La representación de un «otro» homogéneo es clave en la racionalidad neoliberal. En el específico contexto del SIDA, Africa, India y otros Estados-Nación agrupados bajo el paraguas del subdesarrollo, son reconfigurados en una nueva «homogénea postcolonial» (Sastry; Dutta, 2011). Es en este terreno indiferenciado del “Tercer Mundo” que el espacio discursivo de la modernidad neoliberal opera a través de la vigilancia, la intervención y la sanción. La lógica del colonialismo se reinventa de nuevo, aunque en un nuevo marco hecho coherente bajo la narrativa del desarrollo, la globalización y la modernización, haciendo explícita la lógica neoimperial del neoliberalismo (Sastry; Dutta, 2011). Pero el discurso neoliberal del VIH/SIDA ofrece también múltiples fallas para su deconstrucción crítica y la emergencia de proyectos subalternos de transformación social, como aquellos que reclaman el acceso universal a medicamentos que salvan vidas y los derechos de los migrantes VIH-Positivos o que cuestionan la ética de la experimentación médica en el Sur Global y la situación jurídica y moral de la propiedad intelectual y las patentes.

Como ha sugerido la teórica postcolonial Jean Comaroff, en una época en que muchos intelectuales occidentales lamentan el «prolongado eclipse» (Agamben, 1998) de la política, el activismo del Norte Global se esfuerza por identificar y enfrentarse a un oponente –la condición neoliberal–, ahora desterritorializado y rápidamente mutable, las coaliciones activistas del SIDA del Sur (Brasil, India, Sudáfrica…) han sabido elaborar repertorios innovadores de insurgencia micropolítica, infundiendo las tácticas agit-prop con un nuevo entendimiento de los usos de la ley, los medios de comunicación y la experimentación médica. También en diversos contextos de América Latina, en especial Chile, el histórico espacio de implantación política y económica neoliberal, la transición de los regímenes dictatoriales al capitalismo tardío supuso el caldo de cultivo para la emergencia de un nuevo frente micropolítico ante la expansión de la epidemia (de la mano de disidentes culturales como Las Yeguas del Apocalipsis o de alianzas entre los movimientos homosexual y de Derechos Humanos, como Vivo Positivo o MUMS). Como defiende la escritora y ensayista chilena Lina Meruane, es importante “subrayar la propuesta elaborada desde la disidencia latinoamericana, una que lejos de someterse a las interpretaciones dominantes dibujará su propio mapa de la infección usando el virus como arma metafórica de cuestionamiento del sistema capitalista implantado en el continente” (Viajes virales, 2013).

En el Estado español, la irrupción del SIDA a principios de la década de los 80, también vendría a plantear «cuestiones políticas inéditas”, como la irrupción de nuevas subjetividades críticas, “cuerpos alienados, cuerpos inmunodeprimidos, cuerpos enfermos» (Llamas y Vila, 1997). Mientras el movimiento gay va a “mirar al otro lado”, temiendo una nueva estigmatización social del colectivo, cuando llegan las primeras noticias de un «cáncer rosa», la lucha contra el SIDA se vertebrará al margen del movimiento. Nuevas coaliciones entre cuerpos precarios –alienados, inmunodeprimidos, enfermos– comenzarán a tomar forma: disidentes gays y lesbianas se unirán a diversos tipos de movimientos asociativos, como los grupos de asistencia a usuarios de drogas, integrándose en redes no-centralizadas de «Comités ciudadanos Anti-Sida» (con focos en Catalunya, Euskadi, Valencia, Madrid). Ya en los primeros 90, grupos como La Radical Gai y LSD tendrán un papel fundamental en reivindicar la dimensión política de la pandemia a través de acciones de producción visual y performativa. Mientras el orden neoliberal vino a trastocar la propia noción de ciudadanía (Comaroff, 2011) y esta se declinará cada vez con más fuerza por las lógicas de la mercancía y el consumo, las coaliciones entre estos nuevos sujetos de la transformación abrirán vías para una renovada participación político-social.

Así, todas estas experiencias se proponen aquí como una fuente sustancial de conocimiento; un recurso de pedagogía radical capaz de repotenciar el trabajo de los movimientos hoy y erradicar la parcelación identitaria de las luchas micropolíticas. No se trata de volver la mirada atrás como si de un ejercicio de historicismo se tratara, sino de ver qué saberes podemos extraer de las formas críticas de resistencia colectiva, modos de hacer solidario y estrategias de alianza entre subjetividades críticas que han venido caracterizando el trabajo activista en torno al SIDA, insuflando nueva fuerza a las luchas que hoy se enfrentan a las diversas formas de neoliberalización de la vida. Si como afirma Lina Meruane, siguiendo a Richard Sennett (2006), el sujeto preferente del capitalismo tardío o neoliberal es un sujeto flexible, adaptable, dispuesto a desprenderse del pasado, de la experiencia adquirida, este Seminario/Encuentro busca producir subjetividades colectivas dispuestas a reactivar la memoria micropolítica de las luchas pasadas para hacer frente a las complejidades del presente.

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