Las organizaciones con trabajo en VIH abajo firmantes, las cuales hemos desarrollado durante años un trabajo en prevención, atención y apoyo a las personas dentro de la Respuesta Nacional al VIH/SIDA consideramos necesario asumir que existe una crisis de la Respuesta Nacional frente al VIH SIDA, esta crisis se expresa en lo siguiente:
1. La incapacidad de reducir la mortalidad del VIH/SIDA en el país, la cual está lejos de llegar al Objetivo del 1,6 al 2015 y 1,2 al 2020 propuesta en los Objetivos Sanitarios 2011-2020.
2. La alta incidencia de los últimos años, lo cual demuestra que la respuesta es insuficiente en materia de prevención. Los últimos años reportados 2011 y 2012 tienen tasas de 15,8 y 14,0 respectivamente.
3. La baja en la edad de adquisición del VIH, en el último quinquenio se desplazó desde el grupo 30-39 años al grupo 18-29 años, lo que implica que cada vez el virus se adquiere a menor edad, lo cual repercute en la calidad de vida de las personas y trae consigo un mayor gasto en materia de atención y en terapia antirretroviral.
4. La ausencia de Campaña masiva en el 2014 y el fracaso de de las campañas anteriores que no lograron impactar mediáticamente y tampoco llegar a las poblaciones más afectadas por el VIH.
5. El alto porcentaje de diagnóstico tardío, sobre el 40% en etapa SIDA lo cual tiene repercusión en la mortalidad por VIH/SIDA y en alta presencia de otras enfermedades respiratorias.
6. Las bajas coberturas de las poblaciones más afectadas por el VIH en la respuesta regional integrada y la poca participación del Intersector en la misma. Lo cual hace urgente revisar la forma en que se implementa esta estrategia.
7. La baja participación comunitaria en la respuesta, hoy los espacios de interacción con el MINSAL y otros actores de la respuesta se han reducido, por lo tanto existe una debilidad en la búsqueda de alternativas y gestión conjunta.
8. Una preocupación destacada la ocupa hoy la existencia de barreras en la atención para migrantes, la exigencia de presentar RUT chileno en los servicios dificulta el acceso de atención de ETS y de VIH.
En este contexto las organizaciones firmantes solicitamos revisar los siguientes puntos como un punto de partida para fortalecer la respuesta Nacional al VIH/SIDA.
1.- Revisar la implementación de la Respuesta Regional Integrada (RRI), modelo que articula hoy la respuesta en cada región y de implementación bajo la responsabilidad de los SEREMIS, en especial la articulación con el intersector y la participación de la sociedad civil organizada en las distintas regiones del país.
2.- Ampliar los fondos en materia de Prevención, tanto los que se implementan a través de la RRI como también la de otros proyectos en esta materia. Por ejemplo el mejor desarrollo de las acciones comunicacionales, campaña y campañas focalizadas en poblaciones con altas prevalencias. En este contexto se propone también participar en la revisión de las prestaciones comprometidas en el AUGE en materia de prestaciones de VIH.
3.- Revisar la implementación de las estrategias de testeo, hoy las poblaciones más afectadas no están siendo abordadas desde los Servicios de Salud, al contrario muestran bajas coberturas en testeo. Existen claras contradicciones, por ejemplo el 62% de los exámenes se realizan a mujeres, siendo que el 90% de los casos corresponden a varones.
4.- Es necesario resolver los problemas crecientes en materia de atención, por ejemplo se requiere dar enfoque de género y DD.HH. a la atención, incluir en la atención a las personas menores de 18 años y dar cumplimiento a la circular 21 del 14 junio del 2012 sobre la atención a personas trans.
5.- Revisar cumplimiento de la normativa de atención a personas migrantes, según consta en el Convenio firmado entre el Ministerio del Interior y FONASA que establece el acceso a partir del ingreso al registro nacional de extranjeros (solicitud de visa) Decreto exento n 6410 1 dic 2014.
6.- Hoy se requiere mejorar sustancialmente la calidad de la atención a personas que viven con VIH, sobre todo si consideramos que el número de personas afiliadas a los centros de atención a personas que viven con VIH sigue creciendo en dos 2.500 personas por año y el aumento de personas en Terapia antirretroviral está en aumento por las nuevas directrices de OMS/OPS.
7.- Abordar las variables estructurales, los determinantes sociales de salud, tal es el caso de la discriminación a personas trans, trabajadoras sexuales, y hombres que tiene sexo con hombres, lo cual se transforma en barreras para el acceso a la salud. También se requiere enfrentar el estigma que hoy sufren las personas que viven con VIH.
8.- Demandamos la creación de una instancia única nacional, que coordine las acciones de la respuesta nacional entre el Estado, las organizaciones con trabajo en VIH, sociedades científicas, académicas y otros actores relevantes en la materia.

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