Compañeras/os/es.

En las últimas semanas, hemos sido testigos de una realidad alarmante que ataña la salud de nuestro país y que se traduce en el aumento de la población que vive con VIH/SIDA. En primera instancia, de acuerdo a cifras entregadas por ONUSIDA, organismo internacional que da cuenta del incremento en las tasas en un 34%, mientras que la Corporación del SIDA Chile (ONG conformada por centros de atención de personas portadoras del virus en el sistema público) ha revelado que este porcentaje en realidad es de un 66% en casos confirmados, en población jóven.

Los datos se traducen en que las personas hasta los 29 años incrementaron de 2.968 a 4.927 durante el periodo 2010-2016, y que, en promedio, representan 15 transmisiones aproximadamente del virus al día. Además, se ha evidenciado que los principales afectados son hombres de entre 15 y 29 años.

En general, el debate se ha dado en torno al Virus de la Inmunodeficiencia Humana “HIV” según sus siglas en inglés, relegando las infecciones de transmisión sexual (ITS) a un segundo plano.

En este sentido, manifestamos nuestra critica a las formas de abordar el problema; por un lado, solo se enfoca en población heterosexual y homosexual en su mayoría masculina, individualizados según las tasas de prevalencia, como hombres que tienen sexo con hombres (población HSH).

Reconocemos que esta es la población más afectada, sin embargo, no existe un estudio de comportamiento sexual en nuestro país, que refleje otro tipo de conductas o prácticas sexuales, y que por lo mismo invisibiliza a la población de mujeres lesbianas y bisexuales, que también poseen una sexualidad activa. De esta manera, al no existir una Política Pública de prevención, esta población se ve expuesta al riesgo de contraer algún tipo de ITS o de contraer VIH si no se toman las medidas apropiadas.

Por esta razón es que como, Movimiento por la Diversidad Sexual (MUMS) tenemos la convicción que la prevención debe abarcar a toda población sexualmente activa, sin menospreciar las bajas cifras que involucran a las mujeres de nuestro país.

Con esto, queremos evidenciar que las Políticas Públicas en torno a la prevención de VIH/SIDA y de otras ITS están sesgadas poblacionalmente debido a un desconocimiento u omisión de la información sobre la salud sexual de mujeres lesbianas y bisexuales. Por lo tanto, como Mujeres Lesbianas presentes en el Movimiento por la Diversidad Sexual, nos comprometemos a trabajar por una educación sexual, libre de tapujos, no sexista, democrática, laica, pública y que sea garantizada por gobiernos de turno y el Estado.

Atendiendo el compromiso de sororidad entre nosotras mujeres, es que con fecha Miércoles 09 de Agosto del 2017 en conjunto a la organización de lesbianas Rompiendo el Silencio y de mujeres en ejercicio parlamentario, hemos presentado un proyecto de Ley que garantice a las mujeres el derecho a decidir sobre nuestra sexualidad y  a la prevención en esta materia, consagrados en los Derechos Sexuales y Reproductivos en nuestro país, a través de un Proyecto de Ley denominado “Por el derecho a la Sexualidad de todas las mujeres, adquisición, entrega y distribución del preservativo femenino como medida de prevención del VIH y otras ITS”. Esta propuesta legislativa ha sido patrocinada por las parlamentarias del Partido Comunista Karol Cariola y Camila Vallejo, quienes como mujeres y bajo su ejercicio parlamentario se han comprometido con nuestra lucha para garantizar los derechos de las mujeres y lesbianas de nuestro país, avanzando hacia la equidad de género.

Reconocemos como nuestro derecho y deber, terminar con la invisibilización de la población LGTBI+, en particular, de las mujeres lesbianas y bisexuales, quienes cotidianamente luchan con múltiples sesgos de clase, raza, identidad de género y orientación sexual, tanto en espacios públicos como privados, no estando exento el sistema de salud, donde se vuelve vital el reconocimiento de las necesidades de la población LGTBI+ en materia de salud sexual y reproductiva.