Durante esta semana, un grupo de apoderados se acercó al ministerio de educación junto a diputados de Renovación Nacional para solicitar la modificación de las orientaciones vigentes sobre inclusión de personas LTGBI. Ante esta petición el ministro Varela respondió que aunque tales lineamientos responden a obligaciones internacionales del Estado de Chile, se está analizando realizar cambios en la materia.MUMS, Movimiento por la Diversidad Sexual, que en su historia se ha caracterizado por estar presente en temas educacionales a través de instancias como el Congreso de Educación No Sexista, su Preuniversitario y su escuela Popular, declara enfáticamente que lo que corresponde es profundizar los lineamientos en materia de diversidad sexual y de género en nuestro sistema educativo. No desconocemos la importancia de trabajar por la inclusión de personas inmigrantes, con necesidad especiales, etc. Sin embargo, creemos que cada forma de diversidad tiene su dimensión y sus líneas de políticas para abordarlas de mejor manera. Generalizar las distintas especificidades de estos y otros grupos, resultará en un debilitamiento de lo ya avanzado. Prueba de esto es la llamada ley Zamudio, que pretendió hacerse cargo de la discriminación sin ahondar en sus particularidades. Sobre la petición de un grupo de apoderados y la llamada “Bancada Evangélica” de diputados de Renovación Nacional, consideramos que constituye un acto de homo lesbo transfobia pues parte de la base de la normalidad y obligatoriedad de la educación basada en la heterosexualidad. Así, toda sexualidad distinta a ella es percibida como un tópico especial o una peculiaridad. Siguiendo los lineamientos de la ley de inclusión, la diversidad, en este caso la sexual, debe ser abordada como parte de la riqueza de nuestra sociedad y no como una otredad. Desde este punto de vista, no debe ser ocultada como si nuestra infancia se enfrentara a algo peligroso o excepcional. La diversidad sexual es parte de la humanidad.Con todo, los actuales políticas LTGBI en las escuelas, son absolutamente insuficientes. La cuestionada circular no tiene peso legal y no apela a la autonomía de niñes trans, ya que somete el derecho a la identidad de elles, a la voluntad de los padres. Anteriormente nada se dijo sobre los planes de educación sexual que se desarrollaron durante el primer gobierno de Sebastián Piñera, varios de ellos con un marcado acento conservador anti diversidad sexual, y anti aborto. Aún las comunidades escolares siguen estando al arbitrio de sostenedores y alcaldes conservadores, lo que socava la democracia al interior de los planteles y como siempre, daña más directamente a aquellas personas más vulnerables, en este caso estudiantes, apoderados y profesores LTGBI. Aún la libertad de enseñanza consagrada en la Constitución sirve para borrarnos del currículo. MUMS llama a no bajar los brazos y defender lo poco y nada que tenemos, con la claridad que debemos profundizar las políticas de diversidad sexual y de género en educación. Es urgente, de ello depende nuestro derecho a la educación y en muchos casos nuestras vidas.